El ocaso sanchista XI

El presidente lo tiene hasta el cuello. Simplemente no renuncia, porque sabe que si lo hace se le complicaría mucho su vida, y quiere ganar tiempo a que salga otra cosa de la oposición y así poder irse 'dignamente'...
Este juego de la política, dejando de lado a la trama del Peugeot es lamentable. Políticos como ya he dicho de barra de bar, analfabetos, y con ansias de poder que no sabrán casi ni leer, y esos son de un lado u otro los que nos representan hoy en día...
Los ultras vendrán tras Sánchez, que tampoco se aleja mucho de algún movimiento de ese tipo, y habrá problemas de todo tipo. Pero una nueva Constitución, reforma total de la democracia, y una educación, flexible y de calidad es necesaria, para escapar de la tontería monopolítica en esta sociedad, y generar personas con por lo menos, un dedo de frente.